El excelente y prolífico actor James Mason, al que hasta el final de su vida pudimos ver actuar en numerosos films, nació el 15 de mayo de 1909 en Huddersfield, Yorkshire, (Inglaterra).
Ser perteneciente a una adinerada familia de empresarios, lo llevó a estudiar arquitectura en la Universidad de Cambrige, pero poco tiempo después, su verdadera vocación hizo que comenzara a trabajar en el teatro “Old Vic”, de Londres, así como con la Gates Company, en Dublín. Del teatro pasó al cine, debutando en 1935, con el drama criminal titulado “Late extra”.
Desde su debut, hasta finales de los 40, protagonizó numerosas películas británicas, de las que destacan títulos como el drama de época, “The man in grey”, de 1943, (titulado “Perfidia” en España), y dirigido por Leslie Arliss, en el que compartió cartel con Stewart Granger, y cuya interpretación del cruel Lord Rohan lo consagró como uno de los mejores actores ingleses, “El séptimo velo” (1945), de Compton Bennett, o “Larga es la noche”, de Carol Reed.
Un característico tono de voz, su porte elegante, y su carisma para interpretar a atractivos personajes malvados, hicieron que la Meca del Cine se fijara en el.
Fue en 1949, y en la película de género negro “Atrapados”, de Max Ophüls, cuando interpretó su primer papel para Hollywood, junto a un magnífico Robert Ryan.
Durante toda la década de los 50, se le pudo ver dando vida a convincentes personajes en excelentes films que tienen en el presente un destacado hueco en la Historia del Cine. Títulos como: “Pandora y el holandés errante” (1951), de Albert Lewin, al lado de Ava Gardner, “Rommell, el zorro del desierto”, también del año 51, dirigida por Henry Hathaway, “El prisionero de Zenda” (1952), de Richard Thorpe, en donde destacó interpretando a uno de sus habituales y seductores malvados, “Julio César”, a las órdenes de Joseph L. Mankiewicz, componiendo un memorable Bruto, “Ha nacido una estrella” (1954), de George Cukor, en la que trabajó al lado de Judy Garland, y obtuvo por su interpretación de Norman Maine una nominación al Oscar al Mejor Actor Principal, “20.000 leguas de viaje submarino”, del mismo año, dirigida por Richard Fleischer dando vida a un inquietante Capitán Nemo, o “Con la muerte en los talones”, de 1959, film en el que, de la mano del eficaz maestro del suspense Alfred Hitchcock, y compartiendo cartel con Cary Grant y Eva Marie Saint, ofreció un breve, pero como siempre, notable papel de villano.
La década de los 60 también le ofreció trabajos importantes en películas de renombre.
“Lolita” (1962), de Stanley Kubrick, no le aportaría una nominación a los Oscar, pero los espectadores de aquellos años, reconocieron como excelente, al igual que la reconocen los espectadores de ahora, su interpretación del Prof. Humbert Humbert, al lado de una igual de excelente Shelley Winters, y una jovencísima Sue Lyon. Tambien de esa década, se pueden mencionar a modo de ejemplo: “La Caida del Imperio Romano” (1964), dirigida por Anthony Mann, “Lord Jim” (1964), de Richard Brooks, “Gengis Khan” (1965), de Henry Levin, o la que le valió su segunda nominación al Oscar (aunque esta vez, para Mejor Actor Secundario), “Georgy Girl” (“Soltera retozona” su título en español), de 1966, dirigida por Silvio Narizzano.
Combinando en los setenta, trabajos para cine y televisión, la carrera de Mason no sufrió mayores altibajos, y continúo trabajando sin interrupción, aportando su presencia a destacadas películas como, “El hombre de Mackintosh” (1973), de John Huston, junto a Paul Newman, “Mandingo” (1975), de Richard Fleischer, “El viaje de los malditos” (1976), de Stuart Rosemberg, un coral film que contó en su reparto con numerosos actores de renombre, “La cruz de Hierro”, de Sam Peckinpah, “El cielo puede esperar” (1978), una agradable y recordada comedia dirigida y protagonizada por Warren Beatty, o “Los niños del Brasil”, rodada ese mismo año y dirigida por Franklin Schaffner.
En los 80, ya en la última etapa de su vida, consiguió por su papel en “Veredicto final” (1982), una nueva nominación a los Oscar. En esta ocasión trabajó bajo la dirección de Sidney Lumet, y al lado de Paul Newman y Charlotte Rampling.
Celoso siempre de su vida privada, poco trascendió de ella a los medios de comunicación. Estuvo casado en dos ocasiones, la primera con la guionista y actriz Pamela Kellino, a la que conoció durante el rodaje de “I med a murdered”, en 1939. Casada con el director de la película, Roy Kellino, se divorció de el, para contraer matrimonio con Mason, en 1941. Se divorciaron en 1964.
En 1971 volvió a casarse, y lo hizo con la también actriz, Clarissa Kaye, a la que había conocido en el rodaje de “Age of Consent” (1969), de la que fue uno de los productores. Este matrimonio duró hasta la muerte del actor.
Falleció en Lausanne (Suecia), lugar al que había trasladado su residencia habitual desde hacía unos años, a causa de un inesperado ataque cardiaco, el 27 de julio de 1984. Contaba 75 años.
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Para acceder a su filmografía completa, pinchad aquí
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(Gracias a Carlos, uno de los lectores de “Tierra de Cinéfagos”, que con su comentario de esta mañana, me ha recordado a este notable actor, lo que ha hecho que tomara la decisión de confeccionar su biografía)
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Swanson
